Te alejas como el ruido que ha olvidado el
silencio,
muralla que se instala con el paso cansino,
casi sin resistencia, sin alterar las noches.
Un día es sólo un beso, o una fría mirada
y, lejos, nuestras manos que ayer fueron caricia,
con eco de unos bronces que dejaron su huella.
Doblamos las esquinas opuestas al abrazo,
perdimos la ternura en largas escaleras.
Qué difícil juntar el amor con palabras
y echarlas a volar cuando no hay ningún cielo.
Te alejaste en silencio. Hoy sueño que fue un
sueño.
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