Ayer
te gané, amor, en el amor y el juego
y
hoy para ti escribo este poema,
porque -¿sabes?- jugar no importa nada:
lo
que sí importa es no temer el lance
en
el que vuelan besos y caricias,
alas
cubriendo cualquier hueco vivo.
Ya
ves, vuelvo a ganarte por la mano.
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